domingo, 13 de marzo de 2011

Disculpad mi largo silencio, como siempre mi excusa es haber estado muy liado. Rompo aquel para comentar brevemente nuestra asamblea anual que ha tenido en esta ocasión como protagonista a Valencia y más concretamente el pueblo de Cheste, donde vive nuestra querida vicepresidenta Lola. Nos congregamos un reducido número de socios, lo cual es muy disculpable dada la distancia pero entre los presentes y los votos delegados eramos suficientes para sacar adelante la Junta y tomar unas pocas decisiones necesarias para el mejor funcionamiento de la asociación.
La reunión fue todo un éxito en su vertiente lúdica, excursión en barca por la albufera en la mañana y comida en la casa de Lola. Y también fue fructífera en lo tocante a la asamblea desarrollada por la tarde. Es bueno para la asociación el que de vez en cuando nos acerquemos los que residimos en el centro hacia la periferia para estrechar lazos fraternales entre todos. Muchas otras ocasiones son nuestros asociados de lejos los que acuden a nosotros sin medir el sacrificio que esto conlleva.
En otro orden de cosas, un minuto de silencio y una sentida oración por nuestros hermanos japoneses, volquémonos en su ayuda en todos los órdenes, hoy han sido ellos pero mañana podemos ser nosotros.